martes, 15 de mayo de 2007

"Tallado en Madera"
La talla en madera es una actividad muy antigua y difundida. Tiene aplicaciones diversas, aunque su principal función y valor es la decoración y el ornamento. Es utilizada tanto a nivel arquitectónico como para el embellecimiento de objetos de uso cotidiano.
Como todo trabajo artesanal, tiene un componente artístico, en el cual el tallador vierte su talento y creatividad para sacar de unas simples tablas una obra de arte. De esta manera la mejor manera de enfrentarse a una obra es pensar que las formas y relieves que queremos conseguir ya están dentro de la madera y "sólo" tenemos que sacarlas a la luz, quitando la madera que "las tapa".Esta labor requiere de unas herramientas muy especializadas, que son las gubias de tallista, pero con alguna de éstas, un mazo y un trozo de madera podremos descubrir todo un mundo de posibilidades.

Consideraciones Previas.

El Dibujo.
En realidad se debe de escribir: ¡EL DIBUJO! Por lo importante que es. Tanto el geométrico, fundamental para la talla románica como el artístico, básico para deducir el volumen de los elementos, mantener las proporciones y dar vida a las formas. Se debe de dibujar mucho, crear y copiar de la naturaleza, sobre todo si no somos buenos dibujantes, para perfeccionar lo más posible nuestros bocetos y obtener capacidad crítica de las obras nuestras y ajenas. Se debe de considerar que antes de dibujar o calcar el diseño en la tabla, tendremos que hacerlo en papel a escala real, lugar donde veremos la totalidad de la idea, para poder rectificar en el caso de que no nos convenza, siempre antes de ponernos sobre la madera a trabajar.

Normas básicas de seguridad e higiene en el trabajo de la talla:

El mayor peligro que corremos al realizar esta actividad es el de cortarse, ya que las herramientas se emplean muy afiladas. Sin embargo, con unas mínimas buenas costumbres, este peligro se minimiza prácticamente a cero, toma en consideración lo siguiente:
a) Tener la mesa de trabajo despejada. No debería haber más que la madera sobre la que estamos trabajando, los elementos de presión y las herramientas que estemos utilizando. Nada de vasos o tazas, herramientas eléctricas o manuales o cualquier otra cosa que no necesitemos en el trabajo inmediato.
b) Sujetar bien la tabla. Es muy comun actuar sin sujeccion pensando en que solo se realizara un retoque y finalmente se temina curando una herida.
c) Usar siempre las dos manos para sujetar la herramienta. Una, la dominante cojerá por el mango (la derecha en los diestros y la izquierda en los zurdos) y la otra se apoyará en el hierro para guiar el corte. De esta manera es imposible cortarse, ya que las dos manos se sitúan por detrás del filo en todo momento. En el caso de que estemos utilizando el mazo, la mano dominante será la que lo coja, mientras que la otra sujeta la herramienta.
d) Máximo cuidado durante el afilado y cuando sacamos y metemos las gubias en su funda. Es muy frecuente cortarse en estas situaciones por no prestar la suficiente atención.


Tipos de Gubias y Formones:

Los utilizaremos para producir en la madera los cortes y rebajes necesarios para sacar los relieves y obtener las formas buscadas. Las gubias poseen dos partes diferenciadas, el mango y el hierro y se clasifican atendiendo a la huella que producen y a la forma del hierro. La forma varía desde una línea recta a una curva muy pronunciada en forma de U, con todos los pasos intermedios. Incluso otras formas que se salen de la simple curva y que veremos a continuación. Además, también varían en función del tamaño de ese corte, que se expresa en milímetros, y que va desde 2 (o incluso menos en algunos modelos) hasta 35. En cuanto a su nomenclatura, hay variantes según los fabricantes, pero la mayoría utiliza una doble numeración, en la que la primera cifra indica el grupo al que pertenece la gubia (su forma), y el segundo, la longitud de su corte en milímetros. Además utilizan una serie de letras para distinguir otros aspectos, como inclinación, tamaño y forma del hierro, etc.


a) Gubia recta.- Su corte es recto, como el de un formón, pero se diferencia de éste en que no tiene biseles laterales, su hierro es más fino y además puede tener un bisel frontal, o dos, a diferencia del formón, que siempre tiene uno.
b) Gubia recta en ángulo.- Posee el corte inclinado. Al igual que la gubia recta, puede tener uno o dos biseles. Es útil para acceder a algunas zonas difíciles, no obstante, no es una gubia de uso frecuente.
c) Gubia plana.- Es aquella que tiene una curvatura suave en su corte. Se utilizan con mucha frecuencia.

d) Gubia mediacaña.- Su curvatura ya es bastante pronunciada. La máxima se alcanza cuando el corte abarca una semicircunferencia. También es una gubia de uso frecuente.

f) Gubia de esquina o gubia en V. Es una gubia muy utilizada. El corte lo forman las dos palas con la característica forma en V. El ángulo puede variar entre los 35 y los 60º.

g) Gubias curvas.- Se refieren a las que la forma del hierro está curvada desde su inicio. Pueden tener cortes de gubia plana, mediacaña y en V. Su utilidad se hace mayor en trabajos de fondos, donde una gubia de hierro recto podría atascarse al ofrecer un ángulo de ataque a la madera demasiado alto.

h) Gubias acodadas o codillos.- Son las que tienen la curvatura en la parte final del hierro. Ésto les permite llegar a lugares inaccesibles con una gubia de hierro recto. Las hay en todas las variedades posibles: rectas, rectas en ángulo, planas, mediascañas, cañones y en V. Ciertamente podemos pensar que su vida es menor que las otras, ya que van a admitir muchos menos afilados, pero también es verdad que su uso no es frecuente.

j) Gubias pata de perro.- Tiene una forma angulada para acceder a zonas de acceso muy complicado. Su corte es recto. Son gubias que se utilizan muy poco, pero cuando la situación requiere su uso, se agradece tenerlas entre nuestras herramientas.

k) Contracodillos.- Son gubias con curvatura en la parte final de su hierro, pero invertida con respecto a las gubias acodadas. Son útiles, aunque no imprescindibles, para redondear algunos motivos. Su corte abarca el tipo de las mediascañas de poca curvatura.

m) Formones.- Nos los podemos encontrar de gran variedad de marcas y características, aunque para tallar, nos interesa que el hierro sea lo más delgado posible y que el acero no sea demasiado duro.


Elementos de golpeo:

a) Mazos de tallista.- Aunque gran parte del trabajo que realiza el tallista utiliza la gubia con las dos manos, hay ocasiones en que se hace necesario el uso de una herramienta de golpeo que alivie el avance de la herramienta de corte en la madera. Tal es así en la importante labor de desbaste. Para ello, se utilizan mazos, de diferentes formas, tamaños y materiales, pero que tienen un denominador común, no deben deteriorar el mango de la gubia al golpear sobre ella. La forma más habitual es la troncocónica, ya que permite un golpeo uniforme sin tener que estar pendiente de mirar la posición del mazo La mayoría son de madera dura, aunque también podemos encontrarlos de goma .




Elementos de sujeccion:

Son fundamentales para sujetar las piezas que estamos trabajando, podemos usar diferentes tipos de prensas, sargentas asi como tambien topes de madera en caso de piezas mas delicadas.



Herramientas de trazado y medicion:

Las herramientas de trazado nos permitiran soportar el fundamento basico del dibujo, el cual se explico anteriormente su importancia, debemos tener a la mano una regla, un metro de madera, escuadra y falsa escuadra, wincha entre otros .



Afilado y asentado de gubias y formones:

Tener las herramientas en perfecto estado de corte es básico: conseguiremos los mejores resultados en nuestro trabajo y, aunque parezca paradójico, será más difícil que nos lastimemos. Para ello tendremos que dedicar un tiempo a conseguir ese perfecto corte en nuestras gubias y formones, este es un tema amplio y tedioso de explicar por lo que responderemos las preguntas mas frecuentes:

¿Necesitamos herramientas eléctricas para conseguir un afilado y asentado perfecto? No. Lo mismo que hacemos con una esmeriladora eléctrica lo conseguiremos a mano (incluso mejor). Lo que sí es cierto es la diferencia de tiempo que nos llevará esta tarea. La ayuda de una máquina eléctrica como el disco esmeril, nos ahorrará mucho tiempo, sobre todo si el corte de la herramienta está muy estropeado y hay que rehacer el filo.

¿Todas las herramientas de talla se afilan igual? No. Aunque hay ciertos procesos muy semejantes. Las diferentes formas de las gubias hacen que haya que realizar modificaciones en la forma de proceder al afilado.

¿El ángulo de afilado (bisel) es siempre el mismo para una misma herramienta? No. Depende de un factor fundamental, que es la dureza de la madera que vamos a trabajar. Un ángulo mayor (bisel corto) se utilizará para las maderas más duras, mientras que un ángulo menor (bisel largo) lo usaremos para trabajar las maderas especialmente blandas. No es recomendable rehacer el bisel muy frecuentemente (nos quedaremos sin gubias en poco tiempo y estas son muy costosas), por lo que se recomiendo tener en cuenta este factor en función de la dureza de la madera que tallamos habitualmente. Si alternamos maderas duras y blandas podemos tener un ángulo medio.

¿Cómo afilar las herramientas? En el caso del formón, es muy sencillo: pasaremos el bisel del mismo modo sobre la piedra humedecida en kerosene, con un movimiento hacia delante y hacia atraz, circular o en “ochos”. Lo importante es no variara el angulo, ofreciendo a la piedra la totalidad del bisel del formon para no crear escalones. Nunca debemos de pasar la cara plana del formon por la piedra de afilado.

Si lo que es¿Cómo sabemos cuando parar? Si hemos hecho bien este proceso, obtendremos una rebaba que sobresale por la cara plana del filo (lo comprobamos pasando el dedo). Si notamos una cierta aspereza, una especie de borde que sobresale y que casi no se ve, ya hemos concluido esta fase y podremos seguir con la siguiente.
tamos afilando es una gubia, tendremos que tener en cuenta que el filo no es recto, sino curvo y deberemos adaptar nuestros movimientos sobre la piedra (manual o eléctrica) a la forma de la misma. Cuanto mayor es la curvatura, más delicado es el proceso, se recomienda a los aprendices a empezar por las gubias más planas y seguir poco a poco hacia las más curvadas, siendo los cañones y las gubias de esquina o "en V" las más complejas de afilar (dentro de las de mango recto). En este caso no es posible hacer el vaciado, pero eso no es gran problema, se soluciona con un asentado perfecto.


Siguiente paso: el asentado. Habitualmente este proceso lo haremos siempre a mano. Existen máquinas especiales para facilitar la tarea, pero sólo están al alcance económico de talleres muy especializados
Volveremos a usar piedras, pero en este caso son muy diferentes. Aunque la apariencia es similar (un trozo rectangular de piedra), hay diferencias. Se trata de la densidad y tamaño del grano que forma la piedra. Las piedras de asentado o afinado (así se llaman) suelen ser naturales (las mejores) y grano finísimo (índice de granulometría 1500 ó más). Exclusivamente se utilizan untadas en aceite y vamos a tener varias para adaptarnos a las formas interiores de las gubias, ya que con éstas sí trabajaremos la cara interna de la gubia (opuesta al bisel).
Cuando la gubia o el formón presentan la rebaba, empezaremos a pasarla (del mismo modo que en el proceso de afilado) por la piedra de asentar, para proceder seguidamente a pasar la piedra con la forma que mejor se adapte a nuestra herramienta por la parte interior, teniendo especial cuidado en que el contacto piedra-herramienta sea total a lo largo de la cara interior, es decir, sin forzar ángulos que formarían un bisel interior. El movimiento que realizaremos será de adelante hacia atrás, pasando por todo el largo del filo. Especial atención en este proceso: ES FÁCIL CORTARSE si no tenemos cuidado. Vuelvo a recordar que la piedra debe estar untada de kerosene.
Repetiremos este proceso (asentamos el bisel y seguidamente la cara interna) hasta que eliminemos la rebaba. En ese momento la herramienta debería cortar impecablemente y estaría lista para su uso. ¿Cómo lo comprobamos? Hay varios métodos: podemos acercar el filo a la uña de un dedo; (con suavidad, cuide sus dedos). Si la herramienta está bien afilada, quedará pegada a la uña, en lugar de resbalar Otro sistema muy bueno es coger un pequeño trozo de madera blanda apoyarlo contra un tope o sujetarlo mediante algún sistema para no lastimarnos e intentar cortar a contraveta de la madera. Si la herramienta está bien afilada, el corte será limpio y no arrancará la madera. La superficie que quede estará brillante y lisa y el corte se hará con mucha facilidad.
El suavizado consiste en frotar la parte interna y externa del bisel con un trozo de cuero para adaptarnos a las diferentes formas de las gubias. Vamos a conseguir un bisel pulido y brillante que dará a nuestra herramienta el aspecto de nueva.
Hay algunas gubias especialmente complicadas para afilar, al menos para los que se inician en esta actividad, son las gubias cañón (curvas muy pronunciadas), sobre todo las pequeñas y la gubia de esquina (gubia en V). algunas indicaiciones específicos para ellas:
El cañón grande (a partir de 5 mm. de ancho) se afila igual que las mediascañas. Es posible que necesitemos una piedra más fina para asentar la cara interna de la gubia, pero por lo demás basta con tener un poco más de cuidado.
Los cañones pequeños son más difíciles, ya que la cara interna es profunda y bastante inaccesible. Utilizaremos un piedra muy fina que nos llegue a cubrir toda la superficie interna de la gubia. Si no la tenemos, podemos afilar un borde de otra para esta labor, que aunque no es muy frecuente, se torna imprescindible en algunos casos. Para afilar la piedra podemos usar una esmeriladora eléctrica. No conviene que la piedra se caliente demasiado, se podría romper, por lo que la introduciremos periódicamente en agua.
La gubia de esquina merece capítulo aparte. Tenemos que considerar algunas cosas: el corte de las dos palas debe ser perpendicular al hierro de la gubia, por lo que intentaremos que el vértice o punto de unión de las palas no esté adelantado ni retrasado con respecto a la vertical de las palas.

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